
Admin using laptop to maintenance artificial intelligence neural networks made up of interconnected nodes layers. Woman using AI system aiding in processing and transmitting information
En un país como Perú, donde conviven realidades operativas muy diversas, la IA se perfila como el habilitador que permitirá pasar de cadenas fragmentadas a ecosistemas inteligentes, conectados y resilientes. Para los próximos años, la diferencia entre empresas líderes y rezagadas no estará solo en costos, sino en la velocidad y calidad de reacción ante un mercado en constante cambio.
Suplos, plataforma líder en gestión de abastecimiento, presenta cómo las empresas peruanas pueden dar un salto cualitativo al integrar IA en sus procesos de compras y logística, en un contexto en el que la inversión en software para gestión de cadena de suministro en Perú alcanzó US $ 46.8 millones en 2025, con una tasa de crecimiento anual del 12,3 % proyectada hacia 2030, según la Investigación de mercados de Cognitiva, 2025, lo que refleja una adopción progresiva de soluciones digitales en compras, logística e inventarios.
Sin embargo, el panorama sigue mostrando grandes desafíos: muchas empresas operan con procesos manuales, hojas de cálculo y sistemas poco integrados; la validación de proveedores sigue siendo lenta y riesgosa; y la resistencia cultural al cambio, sumada a la brecha de talento digital, frena la adopción de tecnologías más avanzadas.
En este escenario, la Inteligencia Artificial ofrece un cambio de paradigma. Permite que las decisiones de compra dejen de ser reactivas y se vuelvan predictivas. En lugar de responder a los problemas cuando ya han ocurrido, las organizaciones pueden anticiparse.
“La IA analiza patrones de consumo, estacionalidad y variables externas para prever la demanda y evitar quiebres de stock o sobreinventarios. También “blinda” a las empresas en la validación de proveedores, ya que automatiza la verificación de documentos, analiza su comportamiento financiero y reputacional, y alerta sobre posibles inconsistencias o riesgos. Finalmente, ofrece control en tiempo real: monitorea pedidos, contratos y entregas, detecta retrasos antes de que se conviertan en problemas y permite que las empresas actúen de forma proactiva.” explicó Oscar Serquis CEO de Suplos.
Los beneficios son tangibles. Según datos de la compañía, la adopción de soluciones de IA puede generar hasta un 12 % de ahorro en costos operativos, reducir en un 60 % el tiempo de análisis y toma de decisiones y elevar el cumplimiento contractual a niveles superiores al 92 %. Estos avances ocurren en un ecosistema logístico que mueve cifras significativas: el mercado peruano de transporte de carga por carretera, pieza clave en la cadena de suministro, alcanzó los US $ 8.85 mil millones en 2025, según Mordor Intelligence, experta en inteligencia de mercadeo.
La IA no es solo una capa tecnológica, sino una herramienta concreta que impacta cada etapa del proceso. Su tecnología integra funcionalidades como scoring predictivo de proveedores para identificar señales de alerta, extracción inteligente de datos desde documentos con modelos OCR e IA, generación automática de RFIs y reportes a partir de entradas mínimas, asistentes de búsqueda en lenguaje natural y análisis de contratos con modelos de lenguaje que detectan riesgos legales. Todo esto reduce la carga operativa, aumenta la precisión y permite a los equipos enfocarse en tareas más estratégicas.
El impacto de la IA no será únicamente tecnológico: también redefinirá el rol del talento humano en las áreas de compras y logística. Las funciones operativas evolucionarán hacia análisis y toma de decisiones estratégicas, y las compañías que no integren IA en sus procesos quedarán en desventaja, porque la diferencia ya no será solo de costo, sino de velocidad y calidad de reacción.
En palabras de Sarquis, “las empresas peruanas no necesitan reemplazar todos sus sistemas para empezar; basta con mapear sus procesos, identificar los puntos de mayor desgaste y automatizar por capas, con soluciones modulares que integren IA de manera gradual”. En un país como Perú, donde conviven realidades operativas muy diversas, la IA puede ser la herramienta que convierta cadenas fragmentadas en ecosistemas inteligentes, conectados y resilientes para los próximos años.